sábado, 29 de marzo de 2008

La torta y el refresco: Epítomes del populismo

"El hambre
Fuerza poderosa para los que la saben usar
Debilita al que la padece
Y fortalece al que, teniendo muchos hambrientos bajo su yugo
Les prometes comida a cambio de apoyo
Y si el manipulador ha conseguido lo que quiere
Vuelve a abandonar al hambriento a su suerte
Si no lo consigue
Lo usa de carne de cañón
Lo peor de todo es cuando existe gente
Que en lugar de buscar la forma de aprender a pescar
Se queda sentado con la mano estirada
Esperando a que el próximo manipulador le regale un pescado
¡Y ahí de aquél que busca librarlo del dilema!
Porque será tachado de manipulador de hambrientos
Aunque los manipuladores sean ¡OTROS!

¿Quién podrá librarnos de la pesadilla populista?"

Este sábado asistí a un evento relacionado con la tecnología. Refrigeradores con Internet, lavadoras a las que les programas el ciclo de lavado a 40 km de distancia, redes WiMax que tienen alcance de 30 km a la redonda, la evolución del teléfono a lo largo del tiempo, redes Cisco, medidas para prevención de contingencias de carácter meteorológico... Todas estas herramientas producto de sistemas liberales (Sin el nefasto "neo-" inventado con dolo)

Me puse a pensar "Hay quienes suelen decir que el neoliberalismo beneficia a unos pocos a costa de muchísima gente. Que se suelen enriquecer con prebendas y favores políticos mientras que el obrero tiene salarios de miseria" Hay algo de verdad en esto; el obrero tiene salarios de miseria. Sin embargo, la razón del enriquecimiento de esos pocos se puede atribuir a causas mucho más mundanas: Ofrecen productos de buena calidad a la sociedad, en intercambios ganar/ganar: Ellos ofrecen un producto y cobran por él porque su producción cuesta, los salarios de los trabajadores cuestan y los impuestos cuestan. El comprador tiene dinero que ganó de su trabajo, y necesita ese producto para satisfacer una necesidad (real o no; esa no es la discusión). Ambos hacen el intercambio y se benefician mutuamente. Ahora multiplica esto por miles de millones de veces, y ahí tenemos una fórmula. Claro hay que existen empresarios sedientos de dinero que van comprando leyes para poder hacer cosas medio chuecas, pero en términos generales, así es como funciona el mercado, a través del ganar/ganar y no del ganar/perder que sostienen sin saberlo muchos anti-liberales (No por eso entuertos a desfacer)

La otra forma es a través del TRABAJO. Sí. Si me lo permite la audiencia, voy a torturar a los "intelectuales", a los del Sindicato de Electromarxistas... er, electricistas, y demás sindicatos charros:

TRABAJO
TRABAJO
TRABAJO
TRABAJO
TRABAJO
TRABAJO
(Y algo de visualización creativa)

Ya. Soy feliz.

Ahora, el punto es ¿Puede una torta y un refresco motivar a alguien a hacer algo?

La respuesta es "Las necesidades satisfechas no motivan. Lo que realmente impulsa a la gente a actuar son las necesidades que no ha logrado satisfacer"

Si un grupo de acarreados tiene hambre, una torta y un refresco los motiva a dejarse manipular por el "Lidercillo" de turno. Pero si su hambre estuviera satisfecha, entonces haría falta algo más que comida para motivarlos a... elegir a su "prejidente", por ejemplo. Y la clase de motivadores del nivel inmediato superior al de la comida es difícil de sustentar ¿Para qué preocuparte por la seguridad, la infraestructura y demás cuando lo que realmente importa es llevar algo de comer a tu casa por el día? El miedo también es un motivador. Negativo, pero motivador a final de cuentas. Pero eso es harina de otro costal

Puede que haya motivadores genuinos para los que defienden ciertas causas. Puede que, teniendo la barriga a un nivel aceptable, la ideología empiece a cobrar importancia para satisfacer necesidades de mayor nivel. Pero cuando detrás de 100 acarreados aparecen 1 o 2 "líderes" en autos de lujo con blindaje y vidrios polarizados, es cuando uno dice "Neta que dan pena ajena estos... bloqueadores"

1 comentario:

Denieru dijo...

Por lo menos en mi país (Colombia) sí que se han generado ese típo de incidentes, y es verdad, la gente por un pedazo de torta y un refresco, dado que lo necesita en el momento, se compromete a dar su voto, ya que desconoce que por 4 años será el conductor del bus del país (no, no soy anti-Uribista, sólo me parece absurdo que hagan eso).

Por otro lado, desconozco cuál es la misma situación en Mexico, sin embargo, me figuro que se generará algo similar.

Muy interesante el post ;), un saludo